jueves, 30 de junio de 2011

Mamá! Te presento a mi amigo Milton (y un pequeño homenaje a Mairena)

Muy pocas cosas (en economía, claro) estoy disfrutando como leer, por enésima vez, el libro Libertad de Elegir de Milton y Rose Friedman. Será porque lo encontré en una librería de la Av. Corrientes en liquidación, será porque me gusta la simpleza con la que los autores transmiten sus ideas... En fin, cualquiera sea la causa, encontré una perlita que quería compartir.
Ustedes me dirán que opinan al respecto. Por ahora, tengo mi opinión bien formadita, pero me gustaría que alguien me discuta un poco.

"La inflación es una enfermedad, peligrosa y a veces fatal, que si no se remedia a tiempo puede destruir a una sociedad. Los ejemplos abundan. Los períodos de hiperinflación en Rusia y Alemania tras la Primera Guerra Mundial, cuando los precios alcanzaban un valor doble o superior de un día a otro, prepararon el camino para el comunismo en un país y el nazismo en otro. La hiperinflación que se produjo en China tras la Segunda Guerra Mundial facilitó la victoria del presidente Mao sobre Chiang Kai-shek. La inflación en Brasil, país en que el aumento de precios en 1954 alcanzó el cien por cien, trajo el gobierno militar. Una inflación mucho peor contribuyó a la caída de Allende en Chile en 1973 y a la de Isabel Perón en 1976, seguida en ambos países por la toma del poder por parte de una junta militar.."

Sigue así:

"...Ningún gobierno está dispuesto a aceptar la responsabilidad de haber provocado la inflación, ni siquiera en aquellos casos en que la virulencia de ésta es menor. Los funcionarios públicos encuentran siempre alguna excusa: hombres de negocios voraces, sindicatos codiciosos, consumidores depilfarradores, los jeques árabes, el mal tiempo o cualquier otro que parezca, aún remotamente, palusible. Es cierto que los empresarios son voraces; los sindicatos, ambiciosos; los consumidores despilfarran; los jeques árabes han aumentado el precio del petróleo, y las condiciones meteorológicas a menudo son malas. Todo esto puede conducir a aumentos de precios individuales, pero no pueden llevar a un incremento general de los precios de los productos. Puede provocar una subida o bajada temporal de la tasa de inflación. Pero no pueden ser la causa de una inflación continua por una razón muy simple: ninguno de estos aparentes culpables posee una máquina de imprimir mediante la cual producir estos trozos de papel que llevamos en nuestros bolsillos..."




Leer este libro me produce la misma satisfacción que leer el primer post de Juan de Mairena. Es así, no lo puedo evitar.

Saludos y voy a tratar de ponerme las pilas ASAP!
E.-

Ex post: Tendría que inaugurar una sección que sea perlitas, no?

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