martes, 2 de agosto de 2011

August 2: A sphincter says what?

No se si soy influenciable o no, pero hoy estuve todo el día encerrado en un bunker antinuclear. Por las dudas. Me decían que se iba todo al tacho y yo les creí. 2 de Agosto... Recién salido, esperando encontrar un mundo en ruinas, me doy cuenta que no pasó nada. El 60 funcionaba normalmente.  Todo sigue.

Claro, tampoco hay que ser tan optimistas. Afirmaba, el otro día, que la solución al techo de la deuda iba a ser resuelto antes de la fecha límite. Si uno seguía las noticias como una novela, era necesario un poco de suspenso. Pero, como me vengo a enterar ahora, parece que al mundo no le gustan las novelas: la jornada pasó de euforia medida a nueva desconfianza en unas horas. Y era de esperar.
El problema económico no está resuelto y el problema político tampoco. Pero los que pensaron que con este “acuerdo” emulaban aquel “Un pequeño paso para el hombre...” estaban bastante equivocados. El principal problema que afecta hoy a Estados Unidos es un individualismo partidario de dimensiones extremas que hace que ninguno pierda la oportunidad para sacar tajada de la situación.
El acuerdo por el techo de la deuda es un respiro, según dicen, hasta que termine la administración Obama. Sin embargo, Estados Unidos tiene una deuda mayor que aún no supo resolver y que ha llegado al techo: La política.
Hasta que esa deuda no sea solucionada, poco tendrán para festejar.

Saludos de un ecónomo polítizado.

Ex post: Parafraseando a Arjona en su "si el norte fuera el sur", me vengo a enterar que los parásitos no son (o fueron) los rusos....

Por lo menos, así lo veo yo.

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