Leyendo una nota sobre los 10 años de la caída de De la Rúa , me topé con un comentario imperdible:
Un lector opinó lo siguiente:
que diferencia hay entre el 2001 y hoy??, ninguna, estamos igual
Otro lector respondió:
digamos que por suerte no hay un descerebrado al poder ni el hijito que manejaba la oficina
Algunas delicias que me van recordando cómo era esto de tener un blog.
Saludos,
Nefasto el segundo comentario, no sabe que el hijito del de ahora maneja una agrupacion seudo montonera llama "La campora" que se dicen los salvadores de la patria, y que vienen con nuevos aires de progreso y bla bla bla, jaja que gente pelotuda tenemos en este país, esto no va a cambiar más, mientras siga habiendo gobiernos que manejen masas y les laven el cerebro como lo estan haciendo ahora. Pobre de Argentina, que pensaria Sarmiento, San Martin y los demas proceseres que entregaban la vida por un pedazo de tierra y que ahora se lo pasan por uno sabe en donde, revisionosmo historico, en cualquier momento nos venden que el creador de la patria fue Peron. Esto cambia el dia que se cuente la verdad oculta, y ya saben de lo que estoy hablando, y si no lo saben investigen.
ResponderEliminarAnónimo, es un ejercicio divertido ver los comentarios de las notas de LNOL. Unos contra otros en una carrera contra la "denuncia de comentario".
ResponderEliminarNo entiendo algo: ¿Verdad oculta?
SAludos,
Con verdad oculta, me refiero a lo que el peronismo y la seuda renovacion peronista historicamente hicieron con el país, los intereses detras de cada gobierno, y la mentira que le venden al "pueblo" usandolos como intrumento electoral etc etc. Digo oculta porque hay sectores que no lo ven o no lo quieren ver, y otros que si. Y estos que lo ven son tratados como traidores o de ultraderecha.
ResponderEliminarNo nos olvidemos donde estaban los Kirchner en los 90. a quien apoyaban, y por quienes son apoyados ahora...
Clarísimo!
ResponderEliminarEl libro o el año? Ricardito también manejaba la oficina?
ResponderEliminarlibro
ResponderEliminarUd. me hace pensar... En una semana le cuento.
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